Cuando tenemos un producto o servicio es necesario evaluarlo para determinar su finalidad. Sus características tienen que ser normalizadas en un documento denominado “Norma”. Para ello debe haber un acuerdo de sus fabricantes, usuarios, autoridades u asociaciones profesionales, entre otros.
Sabiendo esto una certificación de calidad es el resultado de un proceso por el cual los auditores o evauladores de la empresa certificadora examinan la conformidad de ese producto o servicio según los requisitos de la norma. Si el resultado es satisfactorio se emitirá pues un documento público: el certificado.
Todos los certificados de calidad contienen:
– Un periodo de validez
– A qué tipo de productos o servicios se aplica.
– La norma de referencia que se ha usado como elemento de examen. Aquí se muestran y se explican las características del producto o servicio.
– La Entidad u Organismo de certificación que lo ha emitido.
– Información sobre el fabricante u organización que posee el certificado.
El documento declara la conformidad de un producto, un servicio o sistema de gestión con una determinada norma o documento de referencia.
Es necesario que la empresa haya identificado primero las necesidades y expectativas de sus clientes y así incorporar en todos sus procesos internos los métodos y recursos que permitan obtener el resultado deseado por el cliente.
Por tanto, el certificado de calidad ampara las posibilidades de la empresa para satisfacer las necesidades y expectativas del usuario o cliente, ya sea a corto, medio o largo plazo. Los encargados del producto o servicio declaran con este documento que son capaces de cumplir esa labor.
Obtener un certificado de calidad no solo es una ventaja para la empresa que lo ostenta sino un beneficio para el propio consumidor:
– Supone una información adicional sobre el producto o servicio que ayuda al cliente a tomar la decisión de compra.
– Proporciona una confianza mayor y más posibilidades de venta que aquellos que no poseen un certificado de calidad.
– Garantiza una serie de canales de comunicación con el fabricante o proveedor (posibilidad de reclamación y participación, encuestas de satisfacción, servicios de atención al cliente).
– En el aspecto de comunicación externa la empresa que posee un certificado de calidad destaca en el mercado de su ámbito de servicios de aquellos que no lo tienen. Por tanto, asegura un incremento en la reputación e imagen de empresa.
– En comunicación interna se desarrolla una mejora continua entre los trabajadores con una eficacia y eficiencia de los procesos como prácticas habituales en su gestión.
La calidad es un componente básico a la hora de desarrollar un servicio y darlo a conocer. Ayuda a las empresas a obtener beneficios y una buena imagen en poco tiempo además de poder ser líderes en la competencia con otras entidades que desarrollen la misma actividad.
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