Es mucho lo que se habla de la nube hoy en día, pero realmente ¿se conoce su uso y dimensiones? La nube, en inglés “cloudcomputing”, es un nuevo modelo de uso de los ordenadores, de manera que todo lo que forme parte de un PC pasa a estar presente en un conjunto de servidores formando la nube, que puede ser accesible siempre a través de Internet.
Existen muchos falsos mitos sobre esta nueva forma de almacenamiento, como son los costes inabarcables. Este mito se elimina si se tiene en cuenta que, según la Comisión Europea, el 80% de las organizaciones que lo utilizan podrían reducir sus costes en un 10-20%. También supone un ahorro en software y hardware, ya que distintos empleados pueden usar el mismo programa en la nube y, al haber menos cantidad de programas, no se requiere casi mantenimiento técnico ni renovación de equipos, al estar todo almacenado aquí. Además, el pago es por uso en el momento que se necesite. Otros mitos, como la falta de privacidad o el hecho de que queda obsoleto, son fáciles de desmentir ya que se realizan actualizaciones mensuales y se adapta a las necesidades del cliente. En lo que respecta a su importancia en el trabajo, es incuestionable tanto en accesibilidad como en funcionalidad, eficacia, etc.
Los beneficios de la nube son numerosos, no solo para las empresas que lo contratan, pues generará en las pymes hasta 28.000 millones de dólares, sino también en creación de empleo, ya que prevé en 2015 más de 14 millones de nuevos trabajos. Y es que los beneficios de la nube no hacen más que aumentar hasta 1,1 billones de dólares por año a escala mundial. Una tendencia que va en aumento, pues la nube que viene será pública, privada, vertical, personal, híbrida y, en definitiva, capaz de amoldarse a cada cliente y sus necesidades.
Más información en esta infografía sobre el Cloud Computing.